En cada paso de esta peregrinación al santuario de Chaguaya, sentimos la cercanía de lo divino.
Unidos por nuestra fe y devoción a la Virgen de Chaguaya, nos comprometemos a caminar con esperanza y determinación.
En este encuentro sagrado, experimentamos la fuerza de nuestra ciudad tarijeña. Cada oración, cada gesto de amor, nos conecta en un profundo sentido de unidad y propósito.
La Virgen de Chaguaya es nuestro faro de esperanza y consuelo. En su presencia, renovamos nuestro compromiso de ser mejores ciudadanos y trabajar incansablemente por el bienestar de nuestra ciudad.
Que la Virgen de Chaguaya nos inspire en cada paso de nuestro camino y nos brinde la sabiduría para construir una Tarija Para Siempre